Filosofía

El clima de los negocios de hoy en relación al clima de los negocios de ayer es como una selva tropical comparada a un jardín de rocas. En el jardín de rocas, se tiene tiempo para descansar, atender el lento crecimiento de las flores, y cuidar el jardín durante un largo período. La selva tropical es dinámica y cambia constantemente. El sendero que se abrió ayer, dentro de una semana vuelve a estar cubierto de vegetación. Nada es igual a como era hasta hace unas semanas.

Igual que se necesitan diferentes herramientas para cuidar el jardín de rocas, se necesitan diferentes herramientas para enfrentarse eficazmente a la vida en una selva tropical. Las herramientas de los negocios de ayer, como la clásica Planifica­ción Estratégica, el Mapa Estratégico o el Cuadro de Mando Integral, si bien en su época fueron útiles, proporcionan información que sirve sólo durante un plazo re­lativamente corto.

Dentro de unas semanas, en algunos casos, la información puede volverse inservible debido a los cambios del mercado, a un nuevo competidor, o a las necesidades siempre cambiantes de sus clientes. La magia para enriquecer nuestra compañía esta dentro de la compañía.

¡Los conocimientos, la experiencia y el buen juicio de sus ejecutivos, administradores y empleados, son la clave para su éxito a largo plazo! Si nos remontamos a la historia de cada una de nuestras vidas, desde que nacemos estamos descubriendo un mundo que aparece como misterioso y lúdico.

Las primeras formas, colores, olores, sonidos y tersuras nos producen sensaciones que permanecerán inalteradas en nuestra mente.

Esta es la primera información que nos da la vida para completar un Puzzle que empieza a tener sentido sólo cuando tenemos un número importante de piezas armadas. Si cada vida es un Puzzle, cuesta imaginar lo complejo que es armar cientos de Puzzles que se entrecruzan en una empresa.

Al final de nuestros estudios, en el trabajo y en la vida familiar y social se nos empieza a mostrar en forma borrosa el Puzzle que debemos armar.

Empezamos a distinguir colores, formas y esencialmente empezamos a ver el sentido de nuestras vidas. Entendemos de pronto que el futuro pasa por nuestras decisiones y que podemos ser actores del armado del Puzzle, y que este Puzzle no se llena solo sino que debemos completarlo activamente. Los hijos, espejos nuestros, nos enseñan a través de nuestros nietos de qué buscamos y qué deseamos para nuestras vidas. Así delineamos nuestro futuro y vemos como cada día y como sin siquiera notarlo agregamos piezas al Puzzle.

El papel que juega la empresa no es menor, es la que nos permite desarrollar nuestros sueños y en la medida que crece nuestra confianza en ella empezamos a armar el Puzzle con más seguridad. Al final, bien al final de nuestras vidas, haremos un recorrido por lo que hemos sido y ¡eureka¡ veremos el Puzzle que hemos armado.

Algunos verán que han logrado armonizar la tristeza, la alegría, el trabajo, el amor y la amistad. Otros que han vivido sin huir de la muerte y seguramente morirán sin huir de la vida. Los más, que cada etapa la han recorrido sin mirar nunca hacia atrás y si repitieran el camino la huella habrían de ahondar.

Pero, para todos hubo proyectos inconclusos, sueños sin realizar, pero al final somos humanos que más podríamos dar. Coincidiremos que lo más lindo es la familia, la patria y la amistad, lo más triste la amargura, el reniego y la soledad.

Por ello, si nos preguntan ¿qué es nuestra empresa y su filosofía?, sólo diremos que ella es un medio para armar el mejor Puzzle de nuestras vidas y que su filosofía es la nuestra: hacer que las cosas pasen.